Los distintos tipos de estructuras arquitectónicas nos ofrecen soluciones específicas para cada proyecto que deseamos encarar. Ya sea que se trate de un centro comercial, una universidad o un hospital, resulta clave considerar las necesidades de cada uno.
¿Cuáles son las opciones disponibles a la hora de construir espacios internos? Estas son las principales estructuras que se pueden utilizar, sus características y las ventajas que aportan.
Tipos de estructuras para proyectos de espacios interiores
La arquitectura moderna nos permite escoger entre un interesante abanico de opciones para diseñar los espacios. Estas son las alternativas más comúnmente utilizadas en interiorismo y su aplicación a proyectos institucionales:
Abovedadas:
Son aquellas que definen un espacio cóncavo, como arcos, cúpulas y bóvedas. Se construyen con pequeñas piezas de ladrillo, cerámica o piedra, las dovelas, que transmiten la carga superior llevando la compresión hacia distintos puntos de apoyo.
Las estructuras abovedadas crean huecos amplios en grandes espacios cubiertos. Si bien técnicamente son más complejas que otros tipos de estructuras, ofrecen una gran estabilidad y confieren un estilo elegante a cualquier ambiente.
Por estas razones, suelen utilizarse en edificios públicos, iglesias, teatros y algunos centros comerciales. Así, por ejemplo, el Parque Mundo Aventura, en Bogotá, posee la cúpula en guadua más grande del país. No obstante, estas estructuras también pueden estar presentes en usos residenciales, dependiendo del estilo arquitectónico que se haya escogido.
Trianguladas:
Como su nombre lo indica, están basadas en barras que forman figuras triangulares. Lo interesante es que el triángulo es la única figura geométrica que no se deforma. Esto significa que la estructura permanece estática, aunque las barras no estén unidas rígidamente. Así, ofrece máxima resistencia, estabilidad y durabilidad.
Una de las grandes ventajas de las estructuras trianguladas es que admiten el uso de una amplia variedad de materiales. Pueden levantarse con caños y elementos lineales de metal, hormigón o madera, entre otras posibilidades. Incluso, en Brasil se utilizaron cañas de bambú dispuestas en triángulo para montar el techo del anfiteatro de Gáveas.
Asimismo, son versátiles en su aplicación: hoy por hoy se utilizan en todo tipo de construcciones urbanas. Puentes, grúas, torres de electricidad, techos de museos, bancos, centros comerciales y galerías de arte son solo algunos ejemplos.
Entramadas:
Esta es una de las estructuras más utilizados en los edificios modernos. Se construyen combinando elementos horizontales y verticales que forman una armazón. Así consigue levantarse el “esqueleto” de un edificio: haciendo un entramado de pilares, columnas, machones, vigas, bovedillas y pilastras. Un ejemplo sencillo de este tipo de construcción, es el Banco de la República en Colombia.
La estructura resultante puede basarse en diferentes materiales, aunque los más habituales son el hormigón armado, el metal y la madera. Gracias a que sus uniones son rígidas, permiten levantar construcciones sumamente estables, antisísmicas y resistentes. Otra de sus ventajas es que soportan la adición de plantas, por lo que resultan ideales para edificios de varios pisos.
En este sentido, las estructuras entramadas son muy útiles para diseñar hospitales, universidades y otros tipos de instituciones de gran tamaño con uso intensivo. También se implementan con frecuencia en edificios de apartamentos.
Adinteladas:
Son aquellas que se montan sobre dinteles, es decir, piezas horizontales apoyadas en soportes verticales; por ejemplo, columnas y soportes. Estructuralmente, se caracterizan por un hueco que se abre en la zona ubicada debajo del dintel y entre los soportes.
Aunque no parezca, se trata de uno de los tipos de estructuras más antiguas: los griegos ya las utilizaban en sus templos. Desde siempre han sido fáciles de levantar y requieren pocos elementos. Actualmente, los dinteles y columnas se montan sucesivamente para formar pórticos, galerías abiertas y glorietas. En este sentido, la casa presidencial de Nariño es uno de los grandes exponentes de una estructura adintelada en el frente.
Sin embargo, también se utilizan en espacios interiores muy comunes en proyectos institucionales. Por ejemplo, en galerías con salida a patios internos, algo bastante habitual en escuelas, hospitales y centros comerciales.
No solo es un elemento constructivo funcional que ayuda a regular la entrada de aire y luz como así también la circulación de personas; visualmente, aporta elegancia a distintos entornos.
Laminares:
Consisten en estructuras huecas y finas con forma de cáscara. Por lo general, están hechas de capas muy rígidas de algún material altamente resistente como acero u hormigón armado. En ocasiones, las estructuras laminares están confeccionadas con mallas metálicas, membranas o ladrillos trabados. Un ejemplo bastante conocido de este tipo de diseño, es el techo de la Ópera de Sidney.
Su principal atractivo es su efecto visual, tan llamativo como bello y estéticamente equilibrado, según el tamaño y distribución de las láminas. Gracias a ello, resulta ideal para proyectos culturales de gran tamaño como estadios y clubes deportivos, teatros, museos o auditorios.
Cada uno de estos tipos de estructuras, ofrece condiciones únicas de funcionalidad, resistencia, estabilidad y estética. Analiza sus características y elige el más adecuado para cada uno de tus proyectos.
Referencias Bibliográficas
Área Tecnología (s./f.) Las estructuras y tipos de estructuras.